Han pasado 10 días desde que volvimos a reabrir nuestras puertas en esta situación extraña que estamos viviendo y podemos calificar la experiencia de estos días como positiva. Hemos tenido una buena acogida, nos habéis demostrado que confiáis en nuestro trabajo y en cómo hacemos las cosas, hemos recibido vuestro agradecimiento y ya hemos podido incorporar casi a todo el equipo.
Sabemos que no es agradable que nos traten mientras llevamos una mascarilla puesta (tampoco lo es trabajar así, pero nos acostumbraremos). Hay quien se la querría quitar porque es incómoda y porque el entorno que hemos conseguido crear (¡higiene y desinfección al máximo!) os hacen sentir seguros. Pero os agradecemos de corazón que sigáis con ella puesta: por vosotros mismos, por nosotros y por toda la sociedad. La lucha que tenemos con esta pandemia la vamos a ganar y nuestra «arma» más importante es no contagiarnos y no propagar la enfermedad.
Quienes ya nos habéis visitado, conocéis el protocolo. Diseñado para garantizar la salud y al mismo tiempo, para que os sintáis seguros y no tengáis miedo en acudir. Y las palabras de cariño con las que nos habéis tratado (y los regalos. ¡¡Muchísimas gracias!!) nos reafirman en que lo estamos haciendo bien.
Por eso no tenemos más que palabras de agradecimiento. MUCHÍSIMAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN por la confianza que tenéis en nuestro trabajo, por vuestras preciosas palabras y los ánimos cariñosos.
Para terminar os querría pedir una cosa: al igual que habéis confiado en Akiles, nos gustaría que también lo hicieseis en los pequeños comercios. Esta situación está siendo muy dura en general, pero es especialmente dolorosa para aquellos pequeños comercios y bares de barrio/pueblo que lo estaban pasando mal desde antes. De todo se aprende algo y de las situaciones complicadas mucho. Pensemos en qué tipo de mundo queremos vivir y cómo nos gustaría que fuesen nuestros pueblos y ciudades e intentemos construirlos con nuestras acciones. ¡MUCHAS GRACIAS Y SALUD PARA TODO EL MUNDO!